20 noviembre 2006

LOS HUMANOS SOMOS UNA MIERDA

Las imágenes de los perros y gatos maltratados en países orientales, para utilizar sus pieles para vestidos y juguetes me ha quitado más de lo que me quedaba de amor por los demás humanos.
Me cuesta tolerar la matanza de animales para la alimentación, y persigo que si es necesario, al menos se les mate de la forma menos dolorosa posible.
Pero no me cabe en la cabeza que se pueda torturar y matar animales por el mero hecho de utlizarlos como motivo de fiesta o para vestidos y juguetes.
LOS HUMANOS SOMOS UNA MIERDA y a la mayoría no les afecta ni la tortura diaria a personas.
Si no nos preocupa que siete millones de niños no lleguen al año de vida y que once millones de niños menores de cinco años mueren al año a causa de la pobreza, como nos va a preocupar el maltrato animal.
LOS HUMANOS SOMOS UNOS MISERABLES
Sólo vemos nuestros problemas cotidianos y no pensamos en cambiar el mundo, ¿que coño nos importa lo que les pase a los "famosos" o a los que participan en realitys?
TENEMOS QUE CAMBIAR EL MUNDO DE UNA VEZ

El dinero público

Uno sólo se puede quedar de piedra cuando lee en estos mundos de (leches, iba a decir de dios), en estos mundos decía, que en todo el asunto del Ivex y Julio Iglesias, sale una cena que un señor pago con la tarjeta de crédito de todos los valencianos, por valor de 87.450 dólares.

Parece ser que todos sabemos que desde los ayuntamientos, administraciones varias, consejerías, ministerios, ejércitos, etc.… la gente tira del dinero público para pagar sus asuntos particulares, unas veces las comidas, o los viajes, o la gasolina, o el solar para recalificar…. y no pasa nada por desgracia. Se pilla de vez en cuando a algún gilipollas, y ale, la mayoría a vivir del cuento y a aprovecharse de los fondos públicos.

El grado de ladrones en la vida pública es enorme, el ser humano además de ser violento por naturaleza, es ladrón también. Por lo tanto las leyes nos controlan para que no pueda nuestra vía animal por encima de la humana.

Quien esté libre de toda culpa que tire la primera piedra, y como dijo mi compañero de trabajo: “…total, yo como no puedo meter a mis primos en un puesto en la administración, o no puedo especular con solares, me dedico a llevarme libretas y bolígrafos para mis hijos…”. Olé sus huevos. Y es que Españas no hay más que cuarenta millones.