Estoy totalmente de acuerdo con la defensa de la familia. Estoy de acuerdo con la defensa de la paz, la libertad, el respeto. El respeto, esa palabra que tanto implica y que pocos entienden.
Respeto a los religiosos, a los que defienden que Jesús es Dios, los que defienden que Ala es grande y Mahoma su profeta. Respeto a los que piensan que no hay ningún Dios.
No puedo respetar a los que no respetan a los demás, no puedo respetar a las personas que piensan que lo suyo es lo mejor y lo único.
No puedo respetar el trato a la mujer en el mundo musulmán, como no puedo respetar el machismo católico.
No puedo defender la enseñanza religiosa en la escuela. No puedo defender que se obligue a los niños y niñas a ser fieles musulmanes ni católicos ni mormones ni nada. Los niños-as deben conocer todas las religiones, y decidir la suya por su historia, familia o creencias propias que se generan con la edad. No creo que a los católicos les gustará que obligarán la religión islámica a sus hijos (El arzobispo de Canterbury: "Será inevitable integrar la sharia en la ley británica")
No nos equivoquemos, en poco tiempo (si no pasa ya) habrán menos católicos practicantes que islámicos practicantes. Cuando sean mayoría ¿nos parecería bien que fueran obligatorias sus creencias en las escuelas?
Dentro de su casa allá cada uno con su religión y su familia. Pero incluso dentro de la familia de cada uno que prevalezca la paz, la libertad y el respeto. Ninguna religión puede obligar a que a una niña le extirpen el clítoris. Ninguna religión puede defender la fuerza del hombre sobre la mujer. Ningún ateo puede obligar a los demás a ser ateos.
Por lo tanto García-Gasco pide el voto a los que defienden a la familia, Gasco, Gasco,
¿y quién no defiende a su familia?
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