Perto tengo que reconocer que me equivocaba, no se si Camps, o el delegado de gobierno, o Miquel Domínguez (concejal de seguridad del Ayuntamiento de Valencia), ha mandado a una docena de policías a tirar a cuatro jóvenes de una casa okupada.
La única pega que veo es que esa celeridad por destruir nuestro patrimonio, esa celeridad por acosar a los vecinos, no se da nunca en perseguir a los traficantes de drogas, a los políticos corruptos ni a demás sinvergüenzas.Y no me vengan con la milonga que en el Cabanyal la mayoría de la gente vota al PP y que por eso hay que tirar el Cabanyal, porque entonces yo diré que la mayoría de la gente está por lo tanto a favor de traficantes de drogas y a favor de corruptos como Zaplana o Fabra (bueno a ésto último creo que la mayoría de los valencianos no les importa que a Fabra le toque la lotería cada dos por tres). Y por semejanza por lo tanto la inmensa mayoría de los valencianos desean que quiten la asignatura de Educación para la Ciudadanía y que pongan la religión católica obligatoria, y que si en Madrid (donde odian a los valencianos) nos obligan a dar la ciudadanía, que se de en inglés (menos mal que no vivimos en un país con mayoría musulmana, porque sino veo a mi madre con el velo puesto).
