Botemos a los políticos corruptos No hace falta que los creyentes religiosos me quemen en su hoguera por mis blasfemias. Ya me castigará su dios en el más allá
Era una noticia que ya había salido a la luz otros años. Demuestra sin ningún lugar a dudas la sinvergüencería de los grandes empresarios de este país, de los "pobres" empresarios de este país de pandereta.
Fuente El Economista