03 febrero 2010

Cabanyal. Vecinos miserables

        Puede que sea una exageración el título, pero la situación en el barrio del Cabanyal ya comienza a ser asfixiante para los defensores de su patrimonio, de su fisionomía particular. La persecución alentada por los medios de comunicación afines al Partido Popular, leáse Canal Nueve y Las Provincias, está llegando a límites insospechados que ha dado alas a los defensores de la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez.
        La comedura de tarro ha sido tal que hasta piensan que son catalanes los que no quieren que se haga el proyecto de Rita Barberà y que incluso ya gritan en voz alta que a los vecinos que tiren de sus casas no se les tiene que pagar con el dinero público un nuevo realojo.
        Es totalmente vergonzoso la actitud de estos vecinos miserables, que se pasan los días escondidos tras el televisor de sus casas, y que ahora de repente se convierten en paladines de la ciudadanía y del amor al Cabanyal.
        Pero a mi no me engañáis, no os he visto a ninguno de vosotros cuando nos hemos manifestado delante del Ayuntamiento, ni cuando hemos denunciado en la fiscalía la venta de drogas o la falta de escolarización, ni cuando se han pedido voluntarios en la Asociación de Vecinos para preparar actos para el barrio, o cuando se han hecho manifestaciones contra la droga, o cuando hemos pintado fachadas de casas de familias más desvaforecidas, o cuando hemos pedido que tapiaran una vivienda abandonada por sus propietarios, o cuando hemos pedido que cerraran los solares, o cuando hemos exigido que pasaran los servicios de limpieza por las calles.
        La mierda en el barrio está, primero porque le interesa al Ayuntamiento de Valencia, y segundo porque lo hemos permitido todos los vecinos.
        Estoy harto, totalmente harto, y hay días en que pienso que lo mejor de todo sería que tiraran todo el Cabanyal, desde la Avenida de los Naranjos hasta la Avenida del Puerto, y que enterraran bajo el asfalto a todos sus habitantes, más o menos como desean que hagan con los afectados por la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez.
        Y como dijo aquel gran pensador, Diego Armando Maradona, "me la chup...., me la sigan chup...."