10 agosto 2009

H1N1. Violines desafinados

Quiero transcribir lo dicho por Violines:desafinados


H1N1

Dicen que uno de los síntomas de que comienzas a hacerte viejo es cuando notas que el mundo deja de sorprenderte. Últimamente tenía miedo de haber envejecido, pero esta tarde me he sentido joven de nuevo. No se como agradecérselo.

«No beses, no des la mano, di hola» (El País)

«Los médicos recomiendan no besar ni dar la mano al saludarse para prevenir la gripe A» (20 minutos)

Lo cierto es que, en un primer momento, no tuve claro el motivo por el que titulares así habrían de chocarme tanto, quiero decir, en el fondo tiene sentido ¿no? Dame un exótico nuevo virus H1N1(1), dame un millar de muertos, dame el sensacionalismo de los medios atizando la hoguera del pánico social, dame la O.M.S. declarando el nivel de alerta 6 (sobre 6), y finalmente dame un puñado de médicos preocupados y tal vez algo ociosos. 2+2=4. La ecuación era simple. ¿Dónde estaba el problema entonces? Llegue a pensar que podría ser causa de este febril aturdimiento que me acompaña desde ayer. Pero no. Luego me di cuenta.

Allá por 2006 llegó a mí el famoso video de Free Hughs. Desde el primer visionado Juan Mann ganó un seguidor incondicional para su movimiento. No causó, sin embargo, tanto impacto en mi círculo de conocidos donde apenas nadie entendió la idea que subyacía, y aún los que lo habían entendido lo tildaron de neo-hippie.

Pero es que, en el fondo, el fin del movimiento Abrazos Gratis no consiste en hacerse un cartel e ir repartiendo afecto entre desconocidos indiscriminadamente. Esa es sólo la primera fase del plan. Aunque necesaria en el contexto de desconfianza, prejuicios y carencia de empatía en que nos hemos instalado, el fin ulterior es cambiar ese contexto: conseguir que nadie llegue a sentirse tan sólo y desarraigado de la sociedad como se sintió el cuando se lanzó a las calles de Australia.

Lo verdaderamente meritorio es que logró metaforizar ese cambio de rumbo necesario en la especie humana y crear un tsunami que ha extendido la semilla por todo el mundo. No se como agradecérselo.

Y es que yo siempre he reclamado lo mismo por lo que el lucha: que la gente se tome de la mano en los cafés y las avenidas, que los desconocidos se sonrían al cruzarse, que los amigos se besen y abracen sin que haya una gran alegría o una gran tristeza que lo justifique, que la gente que se aprecia se diga te quiero. Reivindico que el ser humano recupere el sentido del tacto como método de conocimiento para con el prójimo, que la humanidad llegue a percibirlo con la misma naturalidad que intercambiar palabras, porque después de todo, no existe lenguaje más universal. Y si no fuera mucho pedir, pido que yo llegue a verlo realizado.

Por eso hoy me he sorprendido de nuevo.

No concibo que, aquellos que han de velar por nuestra salud, nos pidan suprimir las escasas muestras de afecto que nos manifestamos en aras de contrarrestar su propia inoperancia (¿por qué no piden que no vayamos a trabajar si tienen pelotas?). Me resulta infame que nos pidan renunciar a la última cosa valiosa que nos queda con tal de vendernos mucho Tamiflú. Me resulta escalofriante que el eslogan se parezca tanto al germen de una distopía huxleriana que no me haya hecho falta literatura para denunciarlo desde aquí (siendo este un blog literario).

Pero gracias. Gracias por recordarme que aún tenéis capacidad de sorprenderme. Gracias por quitarme 30 años mentales de encima. De veras no se como agradecerlo.

Quizás mande una carta al Colegio Oficial de Médicos de Madrid para expresarles mi sincera gratitud.

Bien impregnada con esporas de ántrax.

(1) Me he referido a la famosa pandemia por el nombre técnico del subtipo H1N1 con el fin de rehuir de cualquiera de las muchas denominaciones que recibe (gripe porcina, gripe mexicana, gripe norteamericana, nueva gripe, gripe A).

Digo yo (y creo que no es del todo descabellado) que si los tipos que se “están encargando de todo” no son capaces ni de ponerse de acuerdo a la hora de bautizarla, poca vergüenza y mucha valentía han de tener para luego pedir nuestra colaboración a un nivel así.

P.S: Voy a tomar un Paracetamol, creo que me debe haber subido a 38º.



Por supuesto todos los méritos para él.