20 julio 2009

Rita Barberá, al final la verdad acaba saliendo

El problema en sí ya no son los regalos recibidos por los políticos sean del partido que sean. A estas alturas del cotarro lo que si que importa son las mentiras en las que están incurriendo una tras otra tanto Camps como Rita Barberá.

Decir que todos los políticos reciben regalos (no dice en ningún momento que los donantes sean tramas corruptas como en su caso), no le perdona de su delito de aceptar regalos de empresas que se llevan auténticas fortunas de las arcas públicas. Yo mato porque todos matan. Rita está muy acostumbrada a meter a todos en el mismo saco, hace pocos días y ante el canguelo que le produce en que sea acusada de expolio del patrimonio español (Cabanyal), ya acusaba a todos los miembros de la asociación Salvem el Cabanyal de violentos (hasta ahora que yo sepa hay muchos acusados del PP en los tribunales y ninguno de la Plataforma Salvem el Cabanyal, y eso para Rita significa que todos los miembros del PP deberían estar en la cárcel).

Pero lo más grave del asunto son las mentiras reiteradas del dúo Sacapuntas. Yo no he recibido regalos, yo no conozco a nadie, las escuchas son mentiras, los votantes me apoyan... Si, pero por mucho que la mayoría apoye a un corrupto, el corrupto debe acabar, sino en la cárcel, si lejos de la vida pública.

Pero claro, aquí no dimite ni Rita la cantaora.

Si falta la moral católica en la vida política (y hablo de moral católica porque se les llena la boca a la hora de defender dicha moral), por lo menos que tengan la ética de abandonar las poltronas públicas.

Rita, Rita, nunca verás la avenida Blasco Ibáñez llegar al mar como alcaldesa.