19 marzo 2009

Valencia como progreso


 Siempre he estado en contra de los grandes eventos en nuestra ciudad, ya no por el mero hecho de los grandes eventos en sí, si he sido muy crítico es porque se ha antepuesto la propaganda de la ciudad al beneficio para la ciudad.

No dudo que esos eventos hayan traído mucho dinero y trabajo (temporal). Pero ese dinero no ha repercutido en todos los valencianos, sino en unos cuantos empresarios hoteleros y constructores.

No estaría tan en contra si en vez de construir una ciudad para el turismo, se construyera una ciudad para vivirla.

Una ciudad con eventos de todo tipo si, pero no a costa de la habitabilidad de nuestra ciudad.

Yo quiero una ciudad paseable y limpia. Quiero una ciudad con una buena y moderna educación. Quiero una ciudad con una sanidad eficiente, sin listas de espera, sin esperas eternas en los servicios de urgencia. Yo quiero una ciudad habitable, una ciudad para los pequeños y los mayores, donde guarderías y centros de día sean asequibles a todos, y donde hayan plazas para todos. Quiero una ciudad donde poder salir a cenar y tomar una copa, cosa cada día más difícil por la subida de precios de todo el sector de la restauración. Quiero una ciudad con un transporte público eficiente y donde no te juegues la vida. No quiero una costa asolada por grandes edificios y donde los bares y restaurantes dirigidos a extranjeros predominen sobre los autóctonos (veáse Baleares, Alicante…).

Pero en fin, yo soy un bicho raro en esta ciudad donde predomina la gente que quiere todo lo contrario, en una ciudad donde es más importante que se nombre en el extranjero que todos los problemas internos.

Al fin y al cabo, acabar con la huerta, acabar con el Cabanyal, destruir la costa con un megapuerto es progreso. Como continúe así el progreso habrá que exiliar a los jubilados para que no le quiten dinero de los presupuestos a la gente joven, a la gente del futuro, del progreso, porque como bien dicen la mayoría de los valencianos “hay que acabar con lo viejo para dejar llegar a lo nuevo”

Y toda esta reflexión ha venido a raíz del artículo del diario Levante Los hoteles de Valencia se quedan al 80% en Fallas pese a bajar sus precios hasta un tercio artículo que me ha enojado, ya que cuando lo lean verán la cantidad de incongruencias que tiene, empezando por ese titular que dice “bajar sus precios hasta un tercio”  para luego decir que ahora los de la periferia están a 75 euros. ¿Quiere decir que antes estaban a 250 euros la noche? Nada, que dentro de nada ese sector también va a estar pidiendo dinero del Estado para salir de la crisis. Y es que hay mucho sinvergüenza suelto (cuando hay beneficios no lo reparten).

Y aunque la mayoría de la gente esté de acuerdo con este panorama, a mí no me da la gana callarme.