08 julio 2007

Ciudadanía

Viendo el panorama nacional, la Educación por la Ciudadanía la veo fracasada. Sólo hay que dar una vuelta por las calles, la gente joven o mayor da lo mismo, es muy sucia, y no utiliza las papeleras ni por saber morir. Que me podéis decir del hombre/mujer limpio, que tiene el coche impoluto, y deja las colillas de su cenicero al lado de la acera o que tira el kleenex por la ventanilla.
La Educación por la Ciudadanía no sólo se debe dar en las escuelas, también se tendría que dar en las diferentes iglesias, en las familias, en los trabajos... Parece mentira que en pleno siglo XXI y en las empresas todavía haya gente que saque miles de impresiones en papel, cuando seguramente en el 90% de las veces bastaría con una copia en el disco duro. Ni que decir de que la mayoría de los trabajadores en oficinas ni siquiera sabe imprimir o fotocopiar a doble cara, o con reducciones. Yo alucino la cantidad de papel que se deshecha todos los días. Eso también es ciudadanía.
¿Por qué hablo de fracaso?, pues porque pienso que el ser humano es un egoísta. Sólo se preocupa de si mismo. Demos una vuelta en coche por una gran ciudad, veamos cuantas imprudencias se cometen en una hora sólo por la falta de respeto hacia los demás. Y ya no hablo de las veces que hemos visto al típico niñato, que incluso baja del coche en plan amenazante. Su única razón, la violencia.
Suciedad, falta de respeto, violencia, prepotencia, egoísmo, maltratos. No veo el futuro muy claro, ni aunque fuera obligatorio la educación para la ciudadanía para poder pasar de curso o para encontrar trabajo.
De poco servirá la implantación de esa asignatura, mientras los políticos se hagan millonarios o se pasen el día insultando, o la televisión prime a los sinvergüenzas.
¿existe alguna solución?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy relativamente optimista con la asignatura en cuestión. A pesar de que tiene muchos fallos y es incompleta, considero que los contenidos deben formar parte de los planes de estudios de las enseñanzas obligatorias, aunque sólo sea para que los alumnos oigan hablar, al menos una vez en su vida, de cosas como los derechos humanos o la constitución.

De todas formas, sí es cierto lo que dices, que posiblemente esté condenada al fracaso y que hace falta empezar a sanear de arriba a abajo. Puede. Pero por algún sitio tenemos que empezar a atajar el problema. ¿No?

Benet dijo...

Si, efectivamente, desde algún sitio hay que empezar, por eso apoyo al gobierno con esa asignatura