Con el posible castigo a Garzón queda demostrado como la justicia española sigue llena de personas puestas por el régimen franquista. Garzón no será el prototipo de honestidad (que por otro lado no existe), pero juzgarlo por querer juzgar al franquismo es de juzgado de guardia (y valga la redundancia o rebuznancia como decía mi primo).
Y no se trata de decir quien es bueno o quien es malo, sólo se trata de recuperar la memoria de los que la perdieron, de los que están enterrados en fosas o en cunetas, y la memoria de los que no se acuerdan de las atrocidades que pudieron hacer. Y como siempre vendrá aquello de no desenterrar lo que paso, de que los otros fueron peores, de que se pretende la revancha y quinientas tonterías más.
MEMORIA HISTÓRICA, y lo digo en voz alta, y prefiero mil veces a Garzón que a quien defiende enterrar definitivamente la memoria.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.
(León Gieco)
1 comentario:
¿Se necesitan más pruebas para que quede claro quién manda realmente y que la famosa transición fue sólo maquillaje?
Publicar un comentario