Estos meses estamos asistiendo a una lucha titánica entre los dueños de los chiringuitos apoyados por el Partido Popular, y la ley de Costas del Estado Español. Según la Ley de Costas, estos chiringuitos han construido sobre suelo público, ampliando los locales originales sobre las antiguas terrazas al aire libre.
El partido popular y uno de sus diarios (Las Provincias) ha defendido a capa y espada la permanencia de dichas ampliaciones. Hoy sin ir más lejos vemos un titular en ese boletín que dice lo siguiente: Los hosteleros de la Malvarrosa perderán 400.000 clientes al año sin las terrazas las carcajadas son generalizadas en Valencia y más teniendo en cuenta varios detalles que cito a continuación:
- Empezando diciendo que no son chiringuitos, son restaurantes de lujo. Un chiringuito era el lugar donde te tomabas un paquete de papas y una coca-cola con todo el culo mojado y los pies llenos de tierra.
- Tendrían que pasar cualquier noche del año para ver la cantidad ínfima de clientes que tienen dichos restaurantes.
- Sus precios son desorbitados (una empresa de bocadillos situada allí, llena más cualquier día que varios de ellos juntos).
- Se supone que si los clientes llegan a uno de los restaurantes y está lleno, irán al de al lado o al de unos metros más allá. De hecho beneficiará a los empresarios que no pueden aprovecharse de ocupar suelo público.
- No se desmontan terrazas, nada más lejos de la verdad. Lo que se desmonta es el terreno ganado a las terrazas y que se ha hormigonado, cerrado y cubierto por el mismo tejado que el resto del local (hacen falta excavadoras para quitar esas mal llamadas "terrazas cubiertas".
- Hace dos días se quejaban los empresarios diciendo que los turistas madrileños venían todos con el bocadillo debajo del brazo, y que no entraban en sus locales más que a tomar café, o el aperitivo o a utilizar los cuartos de baño.
- La crisis en el sector no es por el fin de las ampliaciones sobre suelo público, ya hace un tiempo que se están quejando por un verano nefasto de poca clientela
- Por otro lado decir que el paseo marítimo de Valencia es muy grande y muy hormigonado. Los restaurantes apenas molestan. Tal vez se podría haber llegado a un acuerdo con ellos y haber plantado unos arbolitos alrededor en la arena con mesas de madera para que la gente pudiera comer con sus bocadillos allí, y al mismo tiempo realizar ofertas de menú para poder llenar los restaurantes, cosa que ahora sólo lo hacen en domingos de verano (y no todos).
Convendría que todos nos acordáramos un poco mejor de lo que decimos, pues ahora están las hemerotecas en internet y todos salimos retratados.
-Desolación y rabia en la Malvarrosa
-Los hosteleros de la Malvarrosa se ven obligados a rechazar eventos
-Desolación y rabia en la Malvarrosa
-Los hosteleros de la Malvarrosa se ven obligados a rechazar eventos
No hay comentarios:
Publicar un comentario