Formo parte de una minoría social, los renegones, que ahora de repente nos llaman los indignados. Yo estoy indignado con todo, con las religiones fanáticas que quieren obligarnos a seguir sus absurdos preceptos, sea el comer una neula redonda o sea arrodillarme para adorar a una pared.
Estoy indignado con todos los partidos políticos que han tocado el poder, y que no hacen nada por cambiar las cosas y por meter a sus corruptos en la cárcel.
Estoy indignado con los que no votan creyendo que así van a conseguir cambiar algo.
Estoy indignado de la gente que se indigna en el fútbol y luego traga y traga en la vida normal.
Estoy indignado con los millonarios que maneja el cotarro para su propio interés.
Estoy indignado con los parados que no salen a la calle a protestar por la falta de puestos de trabajo.
Estoy indignado con los funcionarios que con eso de que su trabajo es para toda la vida no hacen tampoco nada por cambiar las cosas.
Estoy indignado porque un día como hoy menos de 5000 trabajadores se manifiesten en honor de aquellos trabajadores y trabajadoras que dieron su vida por los derechos que ahora todos tenemos.
Estoy indignado que el Partido Popular vaya a ganar las próximas elecciones sólo por el hecho de que ya no se vota al Psoe como si no existieran otros partidos políticos.
Estoy indignado, estoy indignado, estoy indignado pero reacciono a cada momento, sabiendo que soy una minoría y que no tengo nada que hacer ante el borreguismo, pero aún así, sigo luchando y sigo renegando.
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