Una de las últimas entradas de Sí volem demuestra la absurdez de sus ideas. Están a favor del progreso y eso significa querer que partan tu barrio en dos mediante una avenida que hará que el Cabanyal deje de ser lo que ahora es, el Cabanyal, para convertirse en dos trozos de barrio que se degradarán inútilmente en pocos años.
El progreso no es destruir, el progreso es rehabilitar. Es dar trabajo a multitud de pequeñas empresas que podrían dedicarse a construir nuevas viviendas y rehabilitar las ya existentes. Progreso en crear nuevos negocios acordes con el futuro del barrio. Progreso es proteger nuestro futuro, no destruirlo.
Pensar que la avenida Blasco Ibáñez va a acabar con la degradación, es como pensar que cortar un brazo va a acabar con el cáncer. La degradación está extendida a muchas partes de barrio que el proyecto de Rita Barberá no va a tocar.
Y no hablemos del amor a tu pueblo. Querer su destrucción, la implantación de otro barrio por encima del nuestro no es amor a nuestro barrio. No habrán calles limpias, simplemente no habrán calles, seguridad en las calles, si, la misma seguridad que ahora hay en Blasco Ibáñez, botellones, accidentes de tráfico, discotecas, atropellos, robos...
La vida del Cabanyal sólo se recuperará con su rehabilitación, cualquier otra cosas es su destrucción y el cambio por un barrio nuevo que no tendrá nada que ver con el barrio del Cabanyal. Y si alguien piensa que por ejemplo la calle de Los Ángeles o la plaza del Rosario no serán el siguiente bocado de la especulación, es que no veis ni tres en un burro.
Y si pensáis que con Rajoy ya está todo hecho, sólo tengo que recordaros que por ejemplo ya ha dicho que no se va a hacer el trasvase del Ebro ¿ahora no ponéis el grito en el cielo como cuando el PSOE lo paralizó?
No veréis nunca el fin de la Avenida, y lo malo es que con vuestra postura acabaremos perdiendo todos el Cabanyal. Porque no os equivocáis, todos queremos el mismo Cabanyal.
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