El conductor absuelto por conducir a 260 km/h exige 313.454 euros al Estado, pues nada, pobre hombre. Pero su abogado, los jueces, él mismo, ¿qué harían si un suicida al volante matará a algún familiar?
Parece ser que tienen que haber muertos para que gente así vaya a la cárcel.
Imaginaros si un etarra pusiera una bomba en un colegio y no explotará, y que luego la justicia le absolviera por no haber pasado nada. Pues eso.
Recomiendo la lectura de alquien que escribe mucho mejor que yo, y que expresa lo que yo siento:
Sentencias ejemplares contra el tráfico (Manolo Saco)
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