Hoy en Valencia nos desayunamos con las críticas de Ecclestone hacia el Gran Premio de Fórmula Uno de Valencia del año pasado. El motivo son las pretensiones por parte de sus organizadores de bajarle el sueldo al magnate del espectáculo (ahora va a cobrar 18 millones de euros por cada uno de los siete años que se han contratado, es decir, 126 millones de euros, es decir 20.964 millones de pesetas).
El año pasado todo era maravilloso, y el maridaje entre Ecclestone y Rita Barberá o con Camps era total. Ahora resulta que el Gran Premio fue un fiasco y un fracaso.
¿En qué quedamos?
Nada, lo que digo siempre, en las próximas elecciones nueva mayoría absoluta de los dilapidadores de los fondos públicos valencianos, mientras que el paro, la crisis, la caída del PIB es por culpa de Zapatero exclusivamente, como si Valencia viviera con una gran bonanza económica gracias a los gobiernos de Rita y Camps y sus macroactuaciones lúdico-deportivas (a la larga estamos viendo que ni Copa del América, ni Papa, ni Fórmula Uno… han traído riqueza a Valencia a corto plazo, sino que ha traído riqueza exclusivamente a unos cuantos espabilados).
No tardarán las hordas “barberas” en decir que todo es un montaje de los socialistas y los catalanes en contra de Valencia (yo no pongo en duda las palabras de Ecclestone que es un tío que sólo se preocupa de si mismo y que cuando venga a Valencia dirá lo que le interesa para que los pagadores valencianos le llenen los bolsillos, es un mercenario de su propio beneficio, pero ya era así cuando firmaba su riqueza con Valencia).
Y que conste que no estoy totalmente en contra de los grandes eventos, estoy en contra de la falta de transparencia, y la falta de inversiones en cosas que realmente importan a los valencianos como son la educación, guarderías, centros de día, sanidad, y que cada día tienen más carencias por culpa de derivar todo el presupuesto a esos grandes eventos.
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