De la Vega deja de ser ministra. Se la puede calificar de muchas maneras, tanto positivas como negativas. Pero siempre sin faltar el respeto.
Lo que me parece totalmente indignante es el machismo que existe en muchas mujeres que la critican insultándola por su físico. Hay que ver los comentarios producidos a raíz de la noticia de su cese en cualquier diario de derechas o de izquierdas, rojo o azul, en castellano o en catalán.
Por eso ha fracasado el Ministerio de la Igualdad, porque muchas mujeres se unen al coro de machitos españoles. Y en este mundo, en lugar de que los hombres tendamos hacia el feminismo, es la mujer la que tiende al machismo.
Estas mujeres machistas me dan mucho asco, y no se dan cuenta del daño que se están haciendo a ellas mismas, y al resto de féminas que defienden la igualdad entre hombres y mujeres.
(Y lo mismo digo de los calificativos a Pajín, a Cospedal, a Aguirre...)
(Y lo mismo digo de los calificativos a Pajín, a Cospedal, a Aguirre...)
1 comentario:
Acabo de respirar aliviada al leer su post, porque es lo que vengo pensando hace tiempo. Hay una perversa tendencia a que, cuando un político resulta inepto, antipático o simplemente impopular, estos sentimientos se ver multiplicados por mil en el caso de que sea una política, llegando a la descalificación aún sin haber oído una sola pablabra de la política en cuestión. La experiencia en casa de mis suegros era la siguiente: imagen de De la Vega en televisión, comentario automático: "vaya la tía esta guarra, vaya cara, vaya bruja, dónde va la tortillera esa"...Pero claro, como yo hablara en esa casa iba a subir el pan. Realicé un pequeño experimento "De La Vega Research". Cuando alguien despotricaba en mi presencia contra ella, preguntaba inocentemente, como si nunca la hubiera visto: "¿Ah, y esa quién es?¿Y qué es lo que hace tan mal?" Caras de póker garantizadas, porque el insultador/a ni siquiera sabía cuál era su cargo en el gobierno ni qué tan perverso había hecho. Solamente miradas, como yo las llamo, "de vaca pastando", sonrisita nerviosa y sus respuestas 100% de los casos: "...ehhh...es que fea....ehhhh....lesbiana...¡Ah!, y la Aído, otra igual...ehhh" Beavis y Butthead resucitados, oiga.
No son santos de mi devoción la mayoría de ministros, pero procuro saber por qué razón no me gustan, porque decir que Rubalcaba no me gusta porque es viejo, gordo y calvo, me deja bastante mal como ciudadana. Pero esta es la altura del debate político en España.
Ah, y menos mal, aquellos ya son ex-suegros.
Un saludo, me gusta tu blog
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