Ha sido una casualidad que cumpla las 200 entradas, el día en que quiero recordar mi servicio militar.
Que recuerdos más bellos, la época en que me convertí en un hombre. Allí aprendí a robar. Allí probé todas las drogas posibles. Allí aprendí a esconderme de los veteranos. Allí aprendí a comportarme como un borrego. Allí aprendí a llenarle los depósitos de gasoil a los vehículos particulares de mandos y familiares. Allí aprendí a pintar las casas privadas de los mandos. Allí aprendí a odiar a las personas. Allí me emborrachaba día si y día también.
Como pueden ver, mis recuerdos militares no son nada agradables. La mayoría de las caras se me han olvidado. No volví de allí con amigos del alma, es más, después de quince meses juntos jamás volví a coincidir con ninguno de mis compañeros obligados.
Por eso hoy cuando miles de españoles ven al ejército como algo intocable, como una entidad que no puede ser mandada por una mujer, sólo puedo pensar que no han hecho el servicio militar. Han cambiado los tiempos, ahora no necesitamos un ejército que masacre a otros españoles. Ahora tenemos un ejército que defienda la democracia más allá de nuestras fronteras, un ejército en el cual muy pocos españolitos de pro quiere formar parte. Un ejército formado por españoles hombres y españoles mujeres, por inmigrantes hombres e inmigrantes mujeres. Un ejército destinado a defender a los necesitados. Un ejército que intenta ser moderno.
A mi el ejército me importa dos pitos. Me gustaría que no existiera ningún ejército en el mundo. Puesto que existe, y desde mi oposición completa a lo militar, me da lo mismo que al ejército lo diriga un hombre o una mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario