Desde estas líneas quiero denunciar la violencia que desde la Administración Municipal y Autonómica se está produciendo contra muchos vecinos de El Cabanyal. Son diez años de continua violencia psíquica para que los vecinos dejen sus casas, para que las malvendan a la empresa privada Cabanyal 2010 y pueda luego construir viviendas de lujo sobre el barrio destrozado por su socios del Ayuntamiento.
Nadie ha criticado esta violencia, para la prensa, políticos, policía, jueces, la violencia es poner un saco de escombros delante de una puerta, o poner silicona en una cerradura. Bien, lo reconozco, es violencia. Pero nunca se puede comparar la violencia hacia las personas que la violencia hacia cosas. Si tapiar una puerta con ladrillos es digno de un castigo ¿qué castigo se merecen los que persiguen a los vecinos durante diez años para que abandonen sus casas? ¿cuánta gente debería estar en la cárcel o expulsado para siempre de su puesto de responsabilidad pública?.
Suciedad, abandono, tráfico de drogas, solares sin vallar, basuras sin recoger, alquileres a inmigrantes en condiciones tercermundistas, diez años de violencia continuada, día y noche y nadie es incapaz de levantar la voz, ningún juez se preocupa de este tema a casi nadie le preocupa lo que les pase a los pobres desgraciados que sufren esta violencia.
Por eso, hoy, como ayer, como mañana, mi recuerdo, mi más sincero apoyo a todos los vecinos perseguidos y machacados violentamente todos los días.
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